El documental The game changers, dirigido por Louie Psihoyos y producido por James Cameron, busca hacer entender a la gente el mito sobre la proteína y consumo de animales. Si sumamos este documental a otros como: The Animals Film, Earthings, The Cove narrada por Joaquín Fénix, Meet Your Meat, An American Opera, The Elephant in the Living Room, Animal, Home, Proyecto Nim, o Matadero sobre la industria cárnica sus imagenes son extremadamente duras. Nos hace tener una visión terrible sobre nuestra forma de alimentarnos y sobre la puta mierda que estamos haciendo a los animales de granja y en general a todos los del planeta.

En palabras de Schopenhauer: «El hombre ha hecho de la Tierra un infierno para los animales». Desde luego yo pienso que, si existe un Dios, no es el mismo para los animales.

Muchos dicen que ser vegano es caca. O incluso ser vegetariano. Qué estamos hechos para consumir carne. Pero entonces, también estamos hechos o diseñados únicamente para tener relaciones heterosexuales. No, ¿verdad? La homosexualidad es consecuencia de nuestra capacidad de trascender de lo puramente funcional, nuestra inteligencia nos hace sentir la realidad más allá de los parámetros biológicos, no solo podemos cambiar nuestro entorno, sino que también nuestros esquemas mentales y por ende, nuestro comportamiento. Es que acaso, lo correcto es ser omnívoro, heterosexual, creyente, tener un coche caro y pagar a hacienda. No, no es lo correcto, es solo lo socialmente aceptado como correcto.

Ser vegano, o vegetariano, no es ni mejor ni peor que ser omnívoro. No se trata de ese tipo de debates de qué es mejor o peor.  Ser vegano es el resultado de una forma de pensar y ser consecuente con tu ideología. Algo que hoy en día todos carecemos: LA CAPACIDAD DE SER CONSECUENTE.

Es mucho más fácil ser: católico no practicante; que acatar las normas. Es mucho más fácil decir: Haz lo que te diga, pero no lo que yo haga… Es mejor no saber puesto que, ojos que no ven, corazón que no siente… —Buff, la verdad que cuando ves estos documentales, te planteas muchas cuestiones, tanto espirituales, como sobre la industria alimentaria, y cómo funciona, de verdad que sino te acongoja no eres humano—.

Cuántos se dan de palmadas en el pecho diciendo que hacen paleodieta y abogan por lo natural y lo no-manufacturado, y después los ves saliendo del BOX, con sus batidos de proteínas, sus pastillas de aminoácidos, su creatina… No digo que esté «mal», pero ¿es consecuente? Más bien es contradictorio y puro postureo. En contraposición alguien que decide ser vegano o vegetariano, es consecuente con su creencia. Es una rebelión contra el consumo cárnico y una filosofía de vida.

94a222bbef44ae7ec81991fe3c1ff2a4 202x300 - El mito sobre la proteína y el consumo de animales
Portada Documental

The game changers argumenta que ‘comiendo carne no se logra ni correr más rápido ni ser más fuerte ‘. Incluso el actor Arnold Schwarzenegger se une a la causa vegetariana, en nombre de los animales, del medioambiente y de la salud. Anteriormente hemos recomendado otros documentales donde se habla de la mentira de la industria que suman incluso importantes instituciones de salud que juegan con la salud de las personas, recomendando dietas que empeoran o provocan enfermedades. El actor Schwarzenegger, confiesa haber consumido 110 gramos de proteína animal al día, lo que equivalía a su peso en kilos. Al dejar la carne el Arnold aseguró: “¡A mis casi 69 años, tengo el nivel de colesterol más bajo de mi vida!”

“Hay billones de dólares en juego” y el sector “trata de retener el máximo tiempo posible la información” perjudicial, de la misma forma que sucedió con la industria del tabaco en la segunda mitad del siglo XX, afirma Psihoyos. Donde se protege a capa y espada la comercialización de la carne y sus beneficios, sean verdad o no, o de ética y moral cuestionable.

Louie Psihoyos, es un documentalista y medioambientalista, que el año 2010 recibió un Óscar por The Cove, donde denunció la pesca de delfines en Japón, explicó a la AFP que se había dado cuenta de que la mejor forma de preservar nuestro planeta, era apelando a los hábitos alimenticios. “Comprar un auto híbrido o cambiar el tipo de bombillas tiene mucho menos impacto que la alimentación, ¡puesto que comemos tres o más veces al día!” Defiende en cuya cinta en que muestra hasta qué punto la cría masiva de ganado afecta el medioambiente de una forma brutal, además de ser cruel y despiadada.

El director habla sobre los muchos argumentos que puedes encontrar en su documental para dejar de comer carne. Pero también decide atacar a los jóvenes que piensan que no crecerán sus músculos; y un estudio curioso donde determina con exámenes el número de erecciones durante la noche: en los periodos donde se eliminó la proteína animal, la cifra se disparó.  “Este puede ser el pretexto más poderoso, porque todo el mundo quiere rendir sexualmente”, asegura sonriendo Psihoyos, que se define vegano. El documentalista confía en que su cinta tendrá un impacto: “El 95 % de la gente que la vio en las pruebas, dijo estar dispuesta a modificar su dieta”, se felicita.

Aunque bueno, del dicho al hecho hay un trecho, pero lo que sí es verdad es que el goteo es constante, y cada vez son más lo que están examinando su plato y haciéndose cuestiones que hace diez años no se hacían. Esto es un adelanto. Ahora todos nos preocupamos  con cuestiones como el azúcar en nuestra alimentación y el aceite de palma. Dentro de diez años, pienso que todos nos preguntaremos: ¿Hay sufrimiento innecesario en este plato? Al igual que con la ropa, o la cosmética. Puedes replicarme que todo es una moda pasajera como depilarse el pecho o una tendencia de cuatro blogueros o tontopollas de internet, es posible que los haya, y no son los que hay tomarse muy en serio, es mejor buscar referentes culturales e investigadores cualificados como en estos libros: Vegetariano con Ciencia, Por qué amamos a los perros, nos comemos a los cerdos y nos vestimos con las vacas: Una introducción al carnismo.

Aunque el movimiento vegano, o la revolución verde, o el concepto «libre de crueldad» es lento, lo cierto es que cada año son más lo que luchan por el bienestar animal y del planeta. La industria está viendo tambien una oportunidad en la fabricación de comida sin animal y fomentar el consumo de proteína vegetal enriquecida con vitamina B12 para suplementos deportivos,o como por ejemplo, Linda McCartney (hija de Paul McCartney, se crió en un entorno vegano) y su marca de comida sustitutiva de los platos originales como, hamburguesas, croquetas, etc. O la industrias textiles importantes han dicho NO a las pieles, y pequeños otros movimientos que están cambiando el paradigma en el primer mundo muy poco a poco…

La experiencia de James Wilks

«Como instructor combativo para el ejército de EE. UU. Y antiguo luchador de UFC, veo el cuerpo humano como una máquina poderosa con el potencial de excelencia en muchas áreas, incluida la fuerza, la velocidad, la resistencia y la recuperación. Hasta que me lastimé gravemente en 2011, nunca pensé que este potencial tuviera mucho que ver con la comida, que vi principalmente como calorías y proteínas.

Pero, incapaz de entrenar durante seis meses después de la lesión, comencé a investigar la dieta óptima para la recuperación, y tropecé con un estudio sobre los gladiadores romanos que concluyó que comían poca o nada de carne. Esto me pareció realmente exagerado ya que estaba seguro de que la proteína animal era necesaria para desarrollar músculo, mantener los niveles de energía y recuperarse de una lesión. Así que volé a Austria para reunirme con los investigadores que hicieron este descubrimiento y me quedé completamente convencido de que los Gladiadores de la actualidad, conocidos en el pasado como Hordearii, u «hombres de cebada o Comedor de granos», realmente entrenaron y compitieron como guerreros efectivos con una dieta basada en plantas.

Este impactante descubrimiento me lanzó en una búsqueda de cinco años para buscar «la verdad» en la nutrición, siguiendo el modelo de la filosofía en combate de Bruce Lee:

    «Investiga tu propia experiencia, absorbe lo que es útil, rechaza lo que es inútil, agrega lo que es específicamente tuyo».

Comencé con esta mentalidad, puse a prueba todas las ideas preconcebidas sobre nutrición, viajé a cuatro continentes para reunirme con docenas de los atletas más fuertes, rápidos y exigentes del mundo, así como con destacados expertos en nutrición, rendimiento, antropología y salud.

Lo que descubrí fue tan revolucionario, con implicaciones tan profundas para el rendimiento, la salud y el futuro del planeta, que tuve que compartirlo con el mundo».

Apunte sobre los Hodearii

Aquí os dejo el enlace sobre el estudio realizado y que influyó en el documental. Los científicos estudiaron a fondo la osamenta hallada en 1993 en un cementerio de gladiadores ubicado en la que fuera antiguamente la ciudad de Éfeso, hoy territorio turco. De este cementerio, que según se ha datado es de los siglos II y III, se seleccionaron 22 esqueletos de gladiadores que fueron comparados con los de otros 31 esqueletos de antiguos habitantes de Éfeso de la misma época, para así determinar las posibles diferencias dietarias entre ambos grupos.

Al analizar toda la osamenta anterior empleando una serie de técnicas, entre las que se destacó principalmente la espectroscopia, los científicos se percataron que los huesos de los gladiadores tenían una proporción de estroncio y calcio (Sr-Ca) mayor que la que se podía encontrar en el resto de la población, reflejando que su dieta tenía un suplemento importante de estroncio con la que no contaba el resto de la población.

Mediante el estudio detallado de este resultado, pudieron determinar que las fuentes de estos minerales eran de origen principalmente vegetal, que estarían contenidos en las legumbres que compondrían su dieta. Sin embargo, se sabe que también en esa época prácticamente toda la población se alimentaba mayormente de granos, por lo que las diferencias encontradas en las proporciones de los minerales entre los huesos de los “héroes de la arena” y los habitantes comunes de la ciudad, no se explican solo con el consumo de legumbres.

Esto podría sugerir que los gladiadores contaban además con un suplemento extra que ya se había descrito en algunos de los antiguos textos: el consumo de una bebida hecha a fuerza de cenizas de diversas plantas que les daría un rico aporte extra de minerales. Esta bebida quizás contribuiría al restablecimiento más rápido de los hombres, en particular a acelerar el proceso de cicatrización de las numerosas heridas tras cada combate.

Como ves, estos resultados demuestran con pruebas científicas que los gladiadores del antiguo imperio eran mayormente vegetarianos, quizás para sorpresa de muchos. Ahora claro, me vas a decir que, te importa un carajo lo que se hacía en Éfeso en los años de al catapum chichina. Pero la realidad, es que en la actualidad tenemos a grandes deportistas que siguen una dieta sin carne. Y ahí están, vivitos y coleando.

Los primeros que se me viene al coco son Scott Jurek. Para los que no los conozcáis, Scott es un ultramaratoniano vegano que entre alguno de sus logros tiene el haber ganado 7 veces consecutivas al Western States Endurance Runs, nada más que 100 millas, también ha ganado 2 ultramaratones y es la persona más rápida que ha recorrido el Sendero de los Apaches (Appalachian Trail), la cual tiene una distancia de 3.500 km en la que la federación recomienda acabarla entre 5 y 7 meses, él tiene una marca de 46 días 8 horas y 7 minutos.

Estaréis pensando que, bueno, es un trabajo puramente de resistencia, seguramente ahí no haya problemas en no consumir proteína animal.

Es entonces cuando me acuerdo de Carl Lewis. Es cierto que no empezó compitiendo como un atleta vegano, pero en 1990 dio un cambio en su alimentación deshaciéndose de todo producto animal y derivado de estos y cambió hacia una alimentación vegana. Un año más tarde, en los campeonatos mundiales de Tokio batió su propio récord mundial de los 100 metros lisos.

Sí ya, pero y ¿qué pasa con la fuerza?

Y si quieres hablar de fuerza bruta podemos hablar del titán armenio con las patillas de Lobezno ¿lo conocéis? Es Patrik Baboumian, y en 2016 se hizo con el título de el hombre más fuerte de Alemania

 

Pero también podemos hablar de halterófilos como Kendrick Farris, del equipo de EEUU y campeón de su país, que adoptó un estilo de vida vegano y siguió compitiendo a nivel olímpico.

Kendrick Farris, was the only American male weightlifter competing in the Rio Olympics 2016. During the Olympic Team Trials, He set a new USA record and a personal best by lifting 800 pounds. Farris has been vegan since 2014. When asked in an interview with Huffpost where he gets his protein, he replied: “I just research the foods I’m eating, and try to be efficient. How much protein is in this avocado?” Clearly cutting meat and animal products out of his diet hasn’t held him back one bit, as Farris has won the gold medal at the past two Pan American weightlifting championships. He attributes his shift to a deep respect for animals. “I don’t necessarily trust the way the food is being processed,” he said. “I don’t agree with the way the animals are mass-slaughtered. So that’s one thing that kind of got me looking at what they call a vegan diet.” Once his mind was made up, the switch happened instantly, as Farris’ wife, Katrina, who also happens to be the cook in the family, confirmed: “It was so random. I believe he sent me a text message ― when he’s at the gym, he always sends me these random things ― and I believe he said, ‘Hey, I’m thinking about going vegan,’ and so I was like LOL.” Farris says he feels much lighter, cleaner, and more clear-headed these days. “My mind is extremely clear. I’m not easily flustered [now]. My attitude is totally different. I had a really bad temper growing up, something I worked on for years. And now I’m able to recognize different emotions and I’m not governed by them. Doesn’t mean I don’t have them. I’m human. But I’m not easily moved.” 💪🏽 #kendrickfarris #vegan #weightlifter

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¿Más proteína, más músculo?

Se publicó un interesante estudio:»The effects of consuming a high protein diet (4.4 g/kg/d) on body composition in resistance-trained individuals«, en el que investigadores norteamericanos comprobaron que  la evolución de diversos parámetros corporales en dos grupos de personas que hacen pesas. Uno de ellos, el de control, ingirió unos 1,8 gramos de proteínas por kilo de peso (algo más elevado que la media) y el otro 4,4 gramos por kilo. Y tras ocho semanas, no se encontraron diferencias entre ambos grupos en la composición corporal. Así que esas ingestas extremas de pollo en cada comida y batidos a todas horas quizás no estén justificadas, por mucho que nos guste un bote de proteínas como Winnie the Pooh una jarra de miel. Ya que más proteína no está relacionado con más músculo. El entrenamiento tiene mucho más que decir al respecto.

Para concluir me gustaría rescatar esta anotación de Tolstoi de “El primer paso”, un ensayo de 1891 que os podeís descargar haciendo clic en el título. Cito:

«Si alguien busca real y seriamente vivir una buena vida, lo primero de lo cual tendría que abstenerse por siempre es de consumir carne, porque, sin mencionar toda la excitación de pasiones que provoca ese tipo de alimento, su consumo es simplemente inmoral, en la medida en que involucra la realización de un acto que va en contra de todo sentido moral: matar.
No se puede fingir ignorancia, porque no somos avestruces; no podemos creer que, si no miramos, no sucederá lo que no queremos ver. Más imposible aún es no querer ver lo que comemos.
Personas jóvenes, amables, intachables –especialmente mujeres y niñas, sin saber cómo esto se sigue lógicamente, sienten que la virtud es incompatible con los filetes de ternera y, tan pronto como desean ser buenas, abandonan el consumo de carne».

Lo cierto es que, nuestra desconexión con el origen de la carne, hace que cuando vamos al Mercadona o al Carrefour por unas salchichas o hamburguesas, jamás se nos viene a la cabeza el cerdo o la vaca que ha muerto por y para nosotros. La vida debe ser respetada y como mínimo: digna de ser vivida. Y para llegar a aqui, antes debemos cultivar nuestra moralidad y ética, aunque eso requiera de abstenerse de ciertas conductas, como la forma de matar, la sobreexplotación, la agresión y el maltrato… Y reconfigurar la industria cárnica.

Es díficil, y para no extenderme  más, hablar si el modelo vegano- vegetariano sería la solución final para muchos problemas, o traería otros. No es fácil hayar una respuesta clara. El artículo, los documentales y los libros mencionados son simplemente para plantearnos un dilema al que todos deberiamos dedicarle un tiempo. Puesto que una cosa está clara: El primer mundo es responsable de millones de animales que sufren en situaciones dantescas, ¿podemos hacer algo mejor por ellos? Sí. Sí que podemos, eso seguro.

¿Qué piensas tú?

 

3 comentarios sobre “El mito sobre la proteína y el consumo de animales”

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